13 de septiembre de 2004

Regalos del sr. Google...

Me encontraba yo de lo mas tranquila meditando en mi despacho cuando alguien abrió la puerta.

-¡Gil-Galen! ¡Mira lo que tengo!

Abrí un ojo para mirar quien entraba, aunque la voz era inconfundible: Eleder.

-Mmmmmmmm.... estoy meditando- dije en apenas un susurro que solo un oído élfico escucharía.

Eleder avanzó por el despacho hasta mi mesa. Ví que llevaba un gran paquete en sus manos.

-Vamos, vamos, colega... que esto es interesante, y de lo mas desconcertante.

Suspirando, apoyé mis pies en el suelo (habían estado hasta ese momento encima de mi escritorio) y abriendo el otro ojo miré lo que Eleder portaba en sus manos.

-¿Interesante? Pensé que ya nada te resultaba interesante, a tu edad.... -sonreí ligeramente.

-¡Por favor! ¡Aun soy un elfo joven!

-Ya...ya... ¿desde que Edad? -mi sonrisa se amplió, no me gusta que me molesten en mis 3 horas de meditacion diaria en mis horas laborales.

Eleder carraspeó ruidosamente.

-Mira, mira, esto me lo ha traido el sr. Google...

Miré la caja. Una caja normal y corriente.

-¿Es que la red Cordelera ha perdido a Lambelion?

-No, no, no se ha perdido nada... es un regalo.

-¿Regalo? ¿Desde cuando el sr. Google hace regalos?

Eleder se encogió de hombros.

-Parece ser que desde ahora, me recuerda a uno de esos vendedores de salchichas hobbits de los partidos de Pasame-el-Sombrero-del-Hobbit.

-¿No es posible que tenga algun virus?

-Se le escuchaba radiante, cual vendedor.

-¿Y que te ha enviado?

-¡¡¡¡INVITACIONES!!!!

-Otra fiesta no, Eleder, no podria soportarlo....

-No, no, son invitaciones para su red cordelera, para poder tener todas las cartas cordeleras que quieras en el.

-¿Y para que quiero yo eso?

-No lo se, pero aqui tienes una.

Y seguidamente le dejó una invitacion encima de la mesa. Saliendo apresuradamente del despacho antes de que yo tuviera tiempo de reaccionar.

Miré la invitación, mire mi Palantir, volví a mirar la invitación. Me encogí de hombros ¿por qué no?

Adoro el nombre que me puso mi madre, Tinelenwen, cuando nací, asi que entré en la red cordelera y acepté la invitación. Ahora tenia otra cuenta de correo en la red cordelera, tinelenwen@gmail.com

Curioso, realmente curioso.

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