23 de diciembre de 2005

Demostración

En la Red Cordelera hay cosas curiosas, como esto, puedo demostrar, y demuestro, que realmente soy lo que digo ser:

Elvish
Elvish


To which race of Middle Earth do you belong?
brought to you by Quizilla

13 de diciembre de 2005

De dragones va la cosa....

As the Hearts of the Pure, your Dragon color is...


A GOLD Dragon Lies Beneath!


My inner dragon color is GOLD. Click here to try the Quiz!


My inner dragon is the most honorable of all. I enjoy shape-shifting, humans, and the occasional crusade to save the world. I'm what you might call a Draconic Knight. Click the image to try the Inner Dragon Online Quiz for yourself.

Your Inner Dragon is the most honorable of all. Golds are the third rarest of all the dragons (after Platinum and Chromatic dragons) and have a station in society that reflects their rarity. You are what one might call a Draconic Knight. Golds live by a strict code of chivalry and commitment. Remember Draco? Yep, Gold Dragon. Your appearance is fearsome and all-mighty but you'd never stoop so low as to bring any harm to a human. As a matter of fact, that's strictly contrary to your code of conduct. You're one of only two dragon types that is aligned "Lawful Good" and is proficient in the use of magic and spells. If you're curious, the other is Platinum, the King of the Dragons. Your piety, beauty, wisdom, and inner strength are absolutely without parallel.

But of course, being a Gold Dragon isn't all high ethics and codes. You like to fly around scaring things, advise humans in their affairs, and shapeshift. Strike that, you LOVE to shapeshift. And you're great at it. In fact, if you're a Gold on the inside, you might be a Gold on the outside, too - just in human form. Your favorable attributes are honor, chivalry, truth, kindness, gold, mining, protection, wisdom, bravery, and trustworthiness. You might be a bit too trusting of humans at times, but they're just kids compared to you. If anyone threatens your humans or tries to kill you, you could strike back with your breath weapon - Fire. But then, no one's tried anything that stupid in the last couple thousand years. After all, you're about 54 feet long.

Para los amantes de los envios cordeleros en cadena

Lo he recibido de un amigo atan. He puesto algunas observaciones entre parentesis.


PARA LOS AMANTES de los envios cordeleros en CADENA Y Gracias por todas las MARICADAS que me han mandado en el 2.005 y en lo que va corrido del año. Gracias a ellas y sus buenas intenciones, he aprendido muchas cosas que han partido mi vida en dos, como por ejemplo:
Ya no saco el dinero de los cajeros porque me van a poner una pantalla falsa, que me hace creer que se tragó la tarjeta y después me robaran mi saldo.
Deje de tomar Orc-Cola después de enterarme que sirve hasta para quitar el sarro y la mierda de los inodoros. Deje de ir al cine por miedo a sentarme y picarme el culo con una jeringa infectada de aids (a saber que es eso).
Huelo a perro sin bañar porque deje de usar desodorantes, ya que producen cáncer (en los humanos, pero a saber.. mejor prevenir que curar).
Ando asado dentro del coche con las ventanas cerradas por miedo a que me droguen con la muestra de un perfume para robarme y quizás hasta me violen...
También deje de contestar las llamadas telefónicas, temiendo que me pidiesen marcar el 9, me clonen la línea y me llegue una cuenta gigantesca por llamadas a Mordor-City, Cuivienen, Bolson Cerrado, o a la putísima mierda. Suspendí el consumo de varios alimentos por miedo a que los preservantes y los estrógenos me hagan salir tetas y a que se me voltée el culo pá delante.
También deje de comer pollo y hamburguesas porque no son mas que carne de mutantes genéticos. Una especie de lombrices como las que usan en McGandalfs para preparar las hamburguesas. Deje de tener relaciones sexuales por miedo a que me vendan condones con orificios microscópicos y me contagie de Aids.
Además dejé de tomar cualquier cosa que venga en lata por miedo a morir envenenado por heces de rata.
Creo que me estoy volviendo estúpido ya que en las fiestas no le hago el lance a ninguna vieja que me tire los perros, por más buena que esté, por miedo a que después me robe mis riñones y me deje dormido en una puta bañera con hielo. De este tipo, recibí tres (3) versiones diferentes (traducción: ya no ligo en las discotecas).
Por supuesto, ya no uso el microondas por miedo a sufrir una súbita ebullición que me quemaría totalmente la cara apenas retirara mi sopita vegetariana (flowerpower) o mi te de nimphredil que acostumbraba a calentar todas las mañanas. También doné todos mis ahorros a la cuenta de Terain Ariden, una niñita enferma que estuvo a punto de morirse unas 7.000 veces en un hospital de Rohan. Por cierto, curiosa la niña, tiene siete años desde la Sexta Edad...Casi me muero de hambre esperando como un marica junto a mi correo los 50.000 dólares que me mandarían Mordorsoft y la AEIOU por participar en la prueba de rastreo de los e-mails.
El puto teléfono Movil gratis de Palansornn tampoco llegó, ni mucho menos el mentado viaje al Numenor Quest con todo pagado!
Además tampoco me gané un millón de dólares en la lotería, ni conseguí el Ferrari ni tuve sexo con Galadriel, que fueron las 3 cosas que pedí como deseo después de mandar a 15 personas el Mantra Mágico enviado por el ojete del Sacerdote de los Ainur! Viejo hijueputa!!!.
Envié más de 500 firmas en contra de la guerra de Mordor contra Rohan y en apoyo a la renuncia de Saruman de Orthanc. Y al matón de Sauron le valió huevo y la guerra se nos vino encima y el salvaje de Saruman tiene cada vez mas apoyo nacional (de los orcos, claro). Pero de lo que si estoy seguro es que todos mis males son a causa de alguna puta cadena que rompí u olvide seguir y por eso me cayó encima la malparidez. Concluyan cuantos milagros recibieron por obra de Elbereth, los Maia, alguno que otro Ainu y todas las estampas que tengo guardadas en mi Palantir, que si las borro, me castigan con un infierno seguro.

Por ultimo, que voy a hacer con las mas de 15.000 elfitas desnudas, muy sugestivas que me enviaron, muchas no envejecen (ninguna, creo yo), algunas siguen tan fresquitas y riquitas desde la Primera Edad (alguna incluso dicen que es de Luthien) y por algunas de ellas fue que mi mujer me pillo una noche de lujuria visual y por el susto que me pego dañe por un corto circuito mi Palantir y casi incendio mi casa.
NOTA IMPORTANTE: Si no envías este e-mail por lo menos a 1.200 (MIL DOSCIENTAS) personas en los próximos 10 SEGUNDOS te cagará una cabra loca mañana a las 7 de la noche.
Siga leyendo "pendejadas"...y sigan enviando las mismas bobadas en el próximo año.

18 de noviembre de 2005

Vaya....

Hago uno de esos tests que hay en la red cordelera y me sale esto:


I am a d8

Take the quiz at dicepool.com


Por lo menos sale en verde de comeflores... yo solo esperaba que me saliera un d12...

10 de noviembre de 2005

Estudio de Campo II

Lamento el retraso, pero he estado de vacaciones en Delagua los últimos 3 meses. Aquí tienen la segunda parta del Estudio de Campo.

Claro que me di cuenta que el sujeto A tenia un pequeño problema, acababa de descubrir ESDLA:

[00:38] LastOrder: pero aún no me he leído el RETORNO DEL REY
[00:38] LastOrder: XD
[00:38] Feanor: XDD
[00:38] LastOrder: y tengo 20 tacos
[00:38] LastOrder: jajajajaja

Y aquí el sujeto C informa de cómo hacerse con dicho libro. Señores, aquí das un puntapie a una piedra y salen 4 frikis.

[00:39] inwe: Edicion ilustrada por Alan Lee, solo por 39.95 €!!!!!!
[00:39] inwe: xDDD
[00:39] LastOrder: me leí el primero en 2 días
[00:39] Raiga_: dos dias????
[00:39] LastOrder: justo antes del estreno el año pasado
[00:39] Raiga_: ala!
[00:39] LastOrder: y el de las 2 Torres
[00:39] LastOrder: si
[00:39] El: jejejejeje

Claro que yo, como buena investigadora, tenia que volver a encauzar el tema. Y a estas alturas, tome como ayudante a nuestro querido amigo El, que de casualidad desperto al escuchar la conversacion (todos sabemos que a El le gusta mucho eso de dormir en las tabernas)

[00:39] Raiga_: si eso es un tocho!!!!
[00:39] Raiga_: XDDD
[00:39] El: q poco lo degustaste ;)

Aquí el sujeto A acepta que es un friki (aunque no tiene las palabras para denominarlo):

[00:39] LastOrder: parecía un enfermo mental (de hecho lo soy)
[00:39] LastOrder: no salí de la cama en 30 horas
[00:39] Raiga_: DIOX
[00:39] LastOrder: leyendo como un loco

Aquí el sujeto C acepta que tambien el lo es, ¡¡frikis del mundo unios en mi aula!!!:

[00:39] inwe: LastOrder, eso para tu nivel de acitividad equivaldrá a 2 años para mi xDDD
[00:39] Raiga_: solo 2 dias en leer un libro tan gordo!
[00:39] LastOrder: paré para comer, para ir al baño y por 3 llamadas telefónicas
[00:39] LastOrder: este año
[00:39] LastOrder: me lo he tomado con dos meses de antelación XD
[00:40] LastOrder: jajjajajaajajajajajaajajajajjajajajaajajjaaja
[00:40] LastOrder: jaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaajajajaja
[00:40] LastOrder: este inwe debería estar en el Caiga Quien Caiga
[00:40] LastOrder3: XD
[00:40] Raiga_: y encima son 3!!!!!

Aquí el sujeto C explica lo muy friki que es, ¡leyo el retorno del Rey en 2 dias!

[00:40] inwe: pufff...yo el primero lo estuve mareando durante 1 año (tenia 13 años), el 2º en un mes, y el 3º me lo merendé en 2 dias
[00:40] LastOrder: si Raiga
[00:40] LastOrder: ;D

Bueno, bueno, aquí entra en conversacion el sujeto D, podemos comproar que esta mas versado que los demas en ciencia tolkiendili:

[00:40] ^Faramir^:[LastOrder]
[00:40] ^Faramir^: a ver si te lees ese Retorno del Rey rápidito
[00:40] LastOrder: ahí, ahí
[00:40] LastOrder: dime Faramir
[00:40] LastOrder: jajajajajaa

Aquí la investigadora, decide que hay que meter mas leña al fuego, los conejilos de ind…. Ups… sujetos se siguen desviando del tema:

[00:40] Raiga_: nada.... yo seguire esperando los libros de la peli.....
[00:40] LastOrder: lo intentaré
[00:40] ^Faramir^: y entonces comprenderás que es la verdadera esencia de Tolkien

Y nuestro sujeto C se despide porque se ve que tiene que estudiar alguna de esas asignaturas raras que se hacen en SR (¿alguien me podria explicar algun dia eso de la SR?):

[00:40] inwe: bueno, piro ya qu emañana no me levantan ni con una grúa
[00:40] Raiga_: O:-)
[00:40] inwe: Namarië gente!
[00:40] LastOrder: pero es que me da mal rollo, porque unos mamones me desvelaron el final

Y aquí se ve la reaccion del sujeto D, ¿les suena de algo? :

[00:41] ^Faramir^: libros de la peli! ahg! ringer ringer!
[00:41] LastOrder: y ya no tiene tanta gracia
[00:41] LastOrder: XD
[00:41] Raiga_: XD
[00:41] Raiga_: nada
[00:41] LastOrder: fué una batalla épica

Mientras, el sujeto A sigue haciendo sus cabalas sobre juegos de ordenador y peliculas de lo mas friki, prueba de que es un friki muy friki :

[00:41] LastOrder: en la facultad
[00:41] Torky: Aiyas
[00:41] ^Faramir^: una batalla épica... bueno...
[00:41] LastOrder: un amigo me preguntó por Alien Resurrección
[00:41] ^Faramir^: nas torky
[00:41] LastOrder: y le dije algo del final que me preguntó
[00:41] LastOrder: y lo escuchó otro, que no había visto la peli
[00:41] LastOrder: se enfadó
[00:41] Torky3: nas ^Faramir^
[00:42] Raiga_: bueno, yo es que no estoy acostumbrada a leer

Aquí ven como cita todas las peliculas de Alien:

[00:42] LastOrder: y comenzó una batalla de esas típicas "PUES EN NO SE CUÁL MUERE EL NEGRO, EN NO SE CUÁL SE ESTRELLA EL AVIÓN, EN NO SE CUÁL ESTABA DENTRO DE LA CAJA"
[00:42] LastOrder: Y AL FINAL VA UN MAMÓN Y DICE
[00:42] LastOrder: SI, EN EN SEÑOR DE LOS ANILLOS.....
[00:42] LastOrder: Y ESO

Y aquí como tuvo que ser internado (este sujeto tendria que ser estudiado con mas calma) por el hecho de que le contaran el final del libro:

[00:42] LastOrder: me jodió el resto de mi existencia
[00:42] LastOrder: lloramos durante 3 semanas
[00:42] LastOrder: nos internaron
[00:42] |Hobbit|: eso te pasa por no leer los libros

Aquí vemos como mi ayudante tambien hace por que vuelvan al tema los sujetos:

[00:42] El: pero es q el final del señor lo sabe todo el mundo sin acabarse el libro
[00:42] |Hobbit|: te esta al pelo
[00:42] |Hobbit|: xDDDD
[00:42] El: xDDDD
[00:42] LastOrder: y luego nos dejaron en libertad vigilada
[00:42] LastOrder: XD
[00:42] LastOrder: jajaja
[00:42] LastOrder: es verdad Hobbit
[00:42] LastOrder: por eso
[00:42] El: no es mu complicado xDDDD
[00:43] Raiga_: el, no quiero que me estropees el final....
[00:43] Raiga_: :/
[00:43] El: lo divertido dle final dle señor es ver l q pasa, q dasla historia por terminada y t kdan 100 paginas
[00:43] El: xDDDD

Y vemos ya el colofon, intentando explicar el final, pero sin hacerlo.

[00:43] LastOrder: no le digamos nada a Raiga de cómo el anillo .... XDDD
[00:43] LastOrder: jajaja
[00:43] |Hobbit|: xDDD
[00:43] LastOrder: es broma
[00:43] El: bah Raiga_ en serio no t lo imaginaS?¿
[00:43] Raiga_: pues......no se.....
[00:43] LastOrder: si, eso, 100 páginas de apéndices Xd
[ [00:43] Raiga_: ummmmmm
[00:44] Raiga_: con que el tio ese Aragorn... se casa con la elfa wena?
[00:44] LastOrder: ahora es cuando alguien grita "El anillo debe ser arrojado en el bárbaro abismo en el que fué forjado"
[00:44] LastOrder: ISILDUUUUUUUUUR
[00:44] |Hobbit|: xDDDDDDDDDD
[00:44] Raiga_: y se lleva el anillo guay?
[00:44] Raiga_: O:-))
[00:44] |Hobbit|: el anillo gay? pero el gay no era frodo (o gandalf)?
[00:44] |Hobbit|: xDD
[00:44] LastOrder: JAJAJAJAJAAJ
[00:44] LastOrder: si, había una extraña relación

Y mi ayudante, que me ayudo

[00:45] El: hmmmmmmmmmmm
[00:45] El: pero si el anillo es amlo...
[00:45] El: q le tiene q pasar al anillo? :P
[00:45] Raiga_: hace que tengas poder
[00:45] Raiga_: :)
[00:45] El: es d cajon Raiga_
[00:45] ^Faramir^: El! es la primera vez que veo hablar a El!
[00:45] Raiga_: y te hace invisible....
[00:45] El: en las pelis quien gana siempre?
[00:45] El: jajajajaajajaja
[00:45] Raiga_: El bueno?
[00:45] El: faramir wapo :*
[00:45] El: xD
[00:45] Raiga_: pero... quien es el bueno?

Aquí vemos al sujeto B, que hace sus cabalas frikis sobre que le pasa a esta investigadora

[00:45] |Hobbit|: Raiga_ ha caido bajo la influencia del anillo
[00:45] |Hobbit|: xD
[00:45] El: BINGO Raiga_!!!!!!!
[00:45] Raiga_: (a parte de legolas... que esta wenissimo
[00:45] Raiga_: XD
[00:46] El: jejejejeje
[00:46] El: normalmente toy out
[00:46] El: peor m ha dao noche d insomnio hoy
[00:46] ^Faramir^: si, normalmente
[00:46] El: xD

Y el sujeto D, aceptando que lleva poco visitando las tabernas de Nueva Numenor (y por lo tanto poco tiempo estudiando en la UAN)

[00:46] ^Faramir^: llevo unos 4 meses por aki y es la primera vez que te veo hablar
[00:46] |Hobbit|: claro, tanto sonar el pato de el...
[00:46] ^Faramir^: joder! ya era hora!
[00:46] ^Faramir^: ^_^
[00:46] |Hobbit|: el se ha despertado
[00:46] |Hobbit|: xD
[00:46] ^Faramir^: si, ha despertado
[00:46] El: nah tranki q el pato ta durmiendo todo el dia...

Y aquí entra el sujeto E, una enana, tipical enanensis

[00:47] * Martilla_ desconfia de los elfos
[00:47] LastOrder: JAJAJAJAJA
[00:47] El: a quien llamas elfo tu?¿?
[00:47] El: ¬¬¡
[00:47] Martilla_: mmmmmmm
[00:47] El: a ver si vamos a tener bronca a estas horas ehhh
[00:47] Raiga_: ummmmmmmmm
[00:47] Martilla_: a Feanor
[00:47] El: a vale... pensaba

Aquí lo demuestra claramente

[00:47] * Martilla_ es una dama enana
[00:47] El: xD

Mientras, para que no se fuera la conversacion a otros andurriales, yo intente que se encauzara con una pregunta totalmente inocente

[00:47] Raiga_: pero entonces Aragorn se casa con la Arwen no?
[00:47] * Martilla_ tiene barbas
[00:47] * LastOrder desconfía de los hobbits guerreros
[00:47] El: nah, llevo aletargado un tiempo xD
[00:47] Raiga_: porque si no... vaya asco
[00:47] LastOrder: no es que desconfíe
[00:47] Raiga_: ahi tan enamorados que se ven....
[00:47] LastOrder: es que no dan buen rollo
[00:47] ^Faramir^: los elfos son débiles!

Y aquí mi ayudante me sigue la corriente, a ver que hacen los sujetos

[00:48] El: a ver Raiga_... ta wena, es el un principe y va d xulin por la vida...
[00:48] * |Hobbit| desconfia de los vendedores de enciclopedias a domicilio como LastOrder
[00:48] |Hobbit|: xDDD
[00:48] El: mucha imaginacion no hay q hecharle xD
[00:48] ^Faramir^: orgullosos!

¿Y quien responde? ¡¡¡¡Nada mas y nada menos que el sujeto F!!!! (aquí podemos ver que el mas friki de todos es nuestro insigne Feanor, y que ademas tiene sentido del humor)

[00:48] Feanor: Aragorn acaba casandose con Eomer

24 de junio de 2005

Correcciones

He realizado algunas correcciones al anterior post al darme cuenta que ciertas cosas no se pueden hacer en la red cordelera. Espero que ahora esté algo más claro.

Para las siguientes clases sobre el estudio de Campo no habrá esos problemas.

Actualización: He suprimido todos los comentarios de este post cordelero. ¿Por qué? No soporto a los orcos que intentan vender cosas en sitios donde no se les ha dado permiso para hacerlo.

21 de junio de 2005

Ciclo de conferencias de verano. Estudio de campo

Comentar que al ser tan largo el estudio, he decidido realizarlo en unos cortos seminarios, de 1 hora de duración cada uno, un día a la semana, a poder ser los jueves, en el aula 345 del Edificio Melian.

El alumno que desee asistir a ellos, puede ir directamente(vigilando a los Balrog bedeles, que estos días están algo extraños). Para el material adicional escrito, pueden informarse en el edificio Finwe, creo que es la única copistería abierta de todo el campus.

Sin más les dejo con la primera conferencia:

Primero decir que los sujetos a estudiar, son gentes tomadas al azar de una de las múltiples tabernas de esparcimiento que hay en nuestra querida Universidad. Esta taberna fue #tierra_media, pero podría haber sido cualquier otra.Yo me encontraba en esa taberna de incógnito (cosa que a los elfos poco nos cuesta XD), embutida en una capa para que no se viera mi ascendencia élfica y seguía a penas las conversaciones de los parroquianos, tomando mi copita de hidromiel.En esto que escuche la frase fatídica:

[00:36] -LastOrder: en fin...
[00:36] -LastOrder: bueno, pues dentro de 1 mes volveré a preguntar por el libro
[00:36] -LastOrder: a ver si lo tenéis ya al menos el 94% devosotros Xd[00:36] -LastOrder: xD[00:37] -Finwe: ok
[00:37] -Finwe: jejeje
[00:37] -Finwe: weno yo piro
[00:37] -Finwe: hmmmm..dudolo
[00:37] -LastOrder3: todos menos El, que parece que no da señales de vida

Claro, al escuchar esto, yo, catedrática de esta insigneUniversidad (si, si, peloteo rulezz XD) pensé en que un estudio de campo justo en ese momento no vendría mal. Así que ni corta ni perezosa respondí a eso de esta manera:

[00:37] -Raiga_: na na
[00:37] -Raiga_: yo aun lo tengo que leer
[00:37] -Raiga_: pero entro aqui
[00:37] -Raiga_: porque me encanto la peli....
[00:37] -Raiga_: :)
[00:37] -inwe: xDDD
[00:37] -LastOrder: ok, nas noches Finwe
[00:37] -Finwe: que mañana tengo clase de electronica analogica y ya me he rayado bastante por ahi
[00:37] -LastOrder: ha sido un placer
[00:37] -Finwe: ha sido un placer peña
[00:37] -inwe: en cambio el playboy de Enero igual si que lo tengoya xDD

Yo creo que el playelf es mucho mejor... pero claro, es cuestión de gustos.

[00:37] -Finwe: x-D
[00:37] -Hobbit: el libro igual lo tiene el
[00:37] *** Quit: [Finwe [User Quit: Namarië! --= NERV: God´s in his heaven. All´s right with the world. =--]

Esperé las reacciones de los parroquianos, que no tardaron en hacerse notar, varios de los parroquianos reaccionaron tal y como esperaba:

[00:38] -inwe: Raiga_, ¡¡¡y a que esperas!!!
[00:38] -inwe: xDD
[00:38] -Hobbit: ya tardas
[00:38] -Raiga_: XDDDDDDDDDDDDDDDDDDDD
[00:38] -inwe: corre, HOP HOP
[00:38] -Hobbit: xD
[00:38] - Raiga_: no no
[00:38] -Hobbit: venga, capitulo 1

Pero claro, no podía quedarme solo ahí, sino que tenía que hacer algo más para que los frikis de verdad salieran a la luz:

[00:38] - Raiga_: quiero ver la tercera pelicula
[00:38] -Hobbit: concerning hobbits
[00:38] -Hobbit: xD
[00:38] -Raiga_: porque seguro que seon mejores que el libro
[00:38] *** Maeglin se cambia el nick a Feanor

Vease como Maeglin deja de ser el para transformarse en Feanor, curioso caso de esquizofrenia senil en primer grado.

[00:38] -Raiga_: esperare al libro de la pelicula

Y claro, hubo las reacciones esperadas:

[00:38] -Hobbit: ahg, herejia!!!
[00:38] -LastOrder: joer
[00:38] -inwe: Frodo te necesita!!!! ayudale a destruir el anillo!!!
[00:38] -LastOrder: cayad
[00:38] -Raiga_: que vi ese tocho y era enorme!!!!!!
[00:38] -inwe: xDDD
[00:38] -Martilla_: Feanor reholas

(Excepto Martilla, de momento, solo preocupada en saludar a su ídolo).

Miren aquí, el sujeto A, se ve claramente que es un friki:

[00:38] -LastOrder: que yo mucho jugar a rol desde los 14 años

Y aquí el sujeto B directamente sujeto perfecto para la tolkisición (o futurible Feanoriano, por descontado, aunque noté una fuerte ascendencia hobbitica):

[00:38] -Hobbit: a la hoguera!!!!!
[00:38] -Hobbit: xD

[Continuará]

3 de junio de 2005

Alucinante....

...acabo de descubrir por qué ahora (según las notitas dejadas en mi bloc, que no son demasiado fiables, pero si bastante) hay más gente que entra en el bloc que tengo en la red cordelera... ¡Eleder me puso en uno de sus posts!!! (incluyendo mi dirección cordelera).
La verdad es que no pretendía eso, pero bueno... si me hago famosa en Arda no estaría del todo mal. Inmarcar tendría la obligación de pagarme todos los sueldos que me debe por hacer de psicóloga en Vinyatech todos estos años. Quizás podría exigir a la AEIOU que me pagara por viajar de vez en cuando en ese desastre de cosa llamado Numenor Quest. ¡¡Y podría tener un despacho más grande!! ¡¡Y nuevos becarios!! ¡¡Y una máquina cordelera mejor!! Y ya puestos... un apartamento nuevo en el nuevo flet de lujo de Lorien Inc.


...

Que bonito es soñar.

...

Maldito Dr. Eleder...

No me puedo creer que este silvano siga haciendo estas cosas... pero bueno... a ver que sale.

Tamaño total de los archivos de música de mi máquina cordelera:

Acabo de comprobar que tengo como 6 gigas y medio... y subiendo... eso me pasa por escuchar tanta música.

Último disco que me compré:

No lo recuerdo, creo que fue algo de música rohirrim, Hevia, tal vez.

Canción que estoy escuchando ahora:

Ninguna, aunque si estuviera escuchando algo, últimamente escucho mucho Don't Cry de Espadas y Niphredil.

5 canciones que escucho un montón o que tienen algun significado para mí:

-Solitude, de Evanensence (no apta para desengañados).
-Bob Marley, Redemption Song (no apta para los JJNN).
-Queen, Who wants to live forever (no apta para atanis).
-Manowar, Master of the wind (no apta para orcos y demas seres oscuros).
Spandau Ballet, Through the barricades (no apta para elfos que vivieran en la Primera Edad del Sol en Beleriand).

Y podía hablar de muchísimas mas... 6 gigas dan para mucha música.

Se ve que tengo que pasar el testigo... ummmmmm.... a
Turin, Tuor, Ghim (enano, se que te gustan estas cosas :P), Ar-Adunakhor (que se que me lee) y Earendil (marinero, espero que lo respondas ;-)).






22 de mayo de 2005

Historias de Saga Realidad

Lo he vuelto a hacer, si, lo se, no debería hacerlo, pero... desde que tengo Ese libro en mi poder... no puedo evitarlo... aunque lógicamente, únicamente lo hago por que estoy realizando un estudio de campo de Saga Realidad.

Es curioso, he encontrado en la Red Cordelera un Bloc dedicado íntegramente a este juego, y es más, ¡Me ha retado a responder a algunas preguntas! Por lo que he estado una semana investigando en Saga Realidad para averiguar un poco mas sobre mi personaje en ese mundo virtual, y esto es lo que he sacado en claro:

-Estás atrapado en Fahrenheit 451, ¿qué libro te gustaría ser?

Primero tuve que buscar en la hoja de personaje para ver si:

1º Sabía a qué se refería
2º Si existen libros que se puedan leer en Saga Realidad
3º Si mi personaje lee asiduamente

Descubrí algo curioso, mi personaje lee mucho más de lo que yo leo. Mi personaje sabía perfectamente de que se hablaba y si, hay muchísimos libros en Saga Realidad, no tantos como en la Biblioteca de la UAN, lógicamente (ya se sabe, es la mayor biblioteca de todo Arda). Eso me lleva a un dato muy interesante, que tendré que investigar: estoy convencida que el 99% de la población juega habitualmente.

El caso es que después de revisar el historial de mi personaje, y hacer las tiradas (virtuales) oportunas, salió algo muy interesante:

-La Princesa Prometida de William Goldman.

Por lo que pone en los comentarios de este libro (virtual) es "una deliciosa obra de fantasía repleta de duelos, luchas, tortura, veneno, amor verdadero, odio, venganza, gigantes, cazadores, hombres malvados, hombres buenos, bellas mujeres, serpientes, arañas, bestias de todas las forams y tamaños, muerte, hombres valientes, hombres cobardes, hombres fuertes, encierros, huídas, verdades, mentiras, pasión y milagros". Y yo me pregunto: ¿En qué se diferencia realmente con la historia de Arda? Seguro que se han basado en el Quenta Silmarillion. Aunque no entendí demasiado bien eso de "milagros".

¿Alguna vez te enamoraste de algún personaje de ficción?

Esta pregunta ha sido más complicada de responder. Ya que hay bastantes personajes de ficción en Saga Realidad. Descubrí que de "joven" (virtualmente hablando, claro está) mi personaje se había enamorado de un tal Han Solo, investigué un poco más, y descubrí un género curioso, la "Ciencia Ficción", naves espaciales, combates con "blasters", robots hablantes (muy parecidos a EOL9000), futuros alternativos, básicamente, el tal Han Solo es una especie de héroe al más puro estilo montaraz-ladrón-asaltador de caminos del cual se enamora una princesa... demasiado típico...
Y yo que siempre había creido que la ciencia ficción era el estudio de las plantas, los animales, la astrología y la demografía ... entre otras cosas... (si no, pasense por el edificio Aulë).


¿El último libro que compraste fue…?


Eso no fue complicado de encontrar, entre las recientes adquisiciones de mi personaje estaba "Quo Vadis", investigué ese título, parece estar basado en lo que es la historia de Saga Realidad, en un Imperio llamado "Romano" (supongo que algo parecido a lo que tuvimos en la 4º Edad del Sol). Sobre un emperador (curiosos nombres para los gobernantes) llamado Nerón y las visicitudes de una pequeña religión llamada "cristianismo" (religión por cierto muy curiosa, ya que solo aceptan que existe un único dios).


¿El último libro que leiste fue…?

Curioso, un libro titulado "El valle del Viento Helado", donde trata las aventuras de un "drow", según el libro, un elfo oscuro renegado, no entiendo demasiado bien ese concepto, en ese libro se habla de que hay elfos malvados, quizás lo hizo algún humano con una vena cínica muy fuerte.


¿Qué estás leyendo actualmente?


Ya está, me cansé de buscar estas respuestas. La verdad es que estoy leyendo el Primer Manual Escrito de Saga Realidad.



Cinco libros que llevarías a una isla desierta

-El libro Rojo de la Frontera del Oeste, un clásico entre los clásicos
-JRR Bradbury: Las Crónicas Entandas
-JRR Eco: El Pendulo de Chrysophylax
-AMANDIL, SEÑOR DE ANDUNIE Mil y una maneras de no llegar a Valinor.
-JRR Asimov: Yo Tom
-JRR Adams: No pises en Númenor

Comentar que todos estos libros pueden encontrarse en la biblioteca de la Universidad.


26 de abril de 2005

De Lúthien Tinúviel


Lúthien Tinuviel Posted by Hello

Como prometí, hace unas semanas (si es que no se puede asistir a fiestas hobbiticas...) este es mi pequeño homenaje a Lúthien Tinúviel, nuestra Estrella de la Mañana, la más hermosa entre los eldar.

Y así dice el Lay Leithian, tal y como se cuenta en el Libro Rojo de la Frontera del Oeste:

"Las hojas eran largas, la hierba era verde, las umbelas de los abetos altas y hermosas y en el claro se vio una luz de estrellas en la sombra centelleante. Tinúviel bailaba allí, a la música de una flauta invisible, con una luz de estrellas en los cabellos y en las vestiduras brillantes. Allí llegó Beren desde los montes fríos y anduvo extraviado entre las hojas y donde rodaba el Río de los Elfos, iba afligido a solas. Espió entre las hojas del abeto y vio maravillado unas flores de oro sobre el manto y las mangas de la joven, y el cabello la seguía como una sombra. El encantamiento le reanimó los pies condenados a errar por las colinas y se precipitó, vigoroso y rápido, a alcanzar los rayos de la luna. Entre los bosques del país de los ellos ella huyó levemente con pies que bailaban y lo dejó a solas errando todavía escuchando en la floresta callada. Allí escuchó a menudo el sonido volante de los pies tan ligeros como hojas de tilo o la música que fluye bajo tierra y gorjea en huecos ocultos. Ahora yacen marchitas las hojas del abeto y una por una suspirando caen las hojas de las hayas oscilando en el bosque de invierno. La siguió siempre, caminando muy lejos; las hojas de los años eran una alfombra espesa, a la luz de la luna y a los rayos de las estrellas que temblaban en los cielos helados. El manto de la joven brillaba a la luz de la luna mientras allá muy lejos en la cima ella bailaba, llevando alrededor de los pies una bruma de plata estremecida. Cuando el invierno hubo pasado, ella volvió, y como una alondra que sube y una lluvia que cae y un agua que se funde en burbujas su canto liberó la repentina primavera. El vio brotar las flores de los elfos a los pies de la joven, y curado otra vez esperó que ella bailara y cantara sobre los prados de hierbas. De nuevo ella huyó, pero él vino rápidamente, ¡Tinúviel! ¡Tinúviel! La llamó por su nombre élfico y ella se detuvo entonces, escuchando. Se quedó allí un instante y la voz de él fue como un encantamiento, y el destino cayó sobre Tinúviel y centelleando se abandonó a sus brazos. Mientras Beren la miraba a los ojos entre las sombras de los cabellos vio brillar allí en un espejo la luz temblorosa de las estrellas. Tinúviel la belleza élfica, doncella inmortal de sabiduría élfica lo envolvió con una sombría cabellera y brazos de plata resplandeciente. Larga fue la ruta que les trazó el destino sobre montañas pedregosas, grises y frías, por habitaciones de hierro y puertas de sombra y florestas nocturnas sin mañana. Los mares que separan se extendieron entre ellos y sin embargo al fin de nuevo se encontraron y en el bosque cantando sin tristeza desaparecieron hace ya muchos años."


Si, nuestra Estrella de la Mañana se enamoró de un Atan, Beren, hijo de Barahir, hijo de Bregor, hijo de Beör. O tal vez fue al revés... quien sabe. Ya se cuenta que su padre, Elu Thingol vio a Melian y se quedo por largos años prendado de su belleza (la verdad, no me extraña, Melian era una maia al servicio de Lorien, seguro que la realidad es que pasó cerca y se quedó dormido durante el tiempo que Melian quiso, pero bueno, sigo con lo que cuenta la historia), el caso es que por eso Thingol no fue a Valinor de nuevo junto con su gente, ya que estos le buscaron todo el tiempo que estuvo perdido, y claro, finalmente le encontaron, pero Thingol no quería separarse de Melian. Y vivieron en Doriath, en Menegroth, las Mil Cavernas, y allí nació Luthien, a la que Beren llamó Tinúviel, ruiseñor, por su bella voz. Se cuenta que las niphredil se vieron por primera vez tras su nacimiento, como estrellas en el suelo del bosque de Doriath.

Se cuenta también como vio Beren por primera vez a Lúthien:

"[...]porque Lúthien era la más hermosa de todos los Hijos de Ilúvatar. Llevaba un vestido azul como el cielo sin nubes, pero sus ojos eran grises como la noche iluminada de estrellas; estaba el manto bordado con flores de oro, pero sus cabellos eran oscuros como las sombras del crepúsculo. Como la luz sobre las hojas de los árboles, como la voz de las aguas claras, como las estrellas sobre las nieblas del mundo, así eran la gloria y la belleza de Lúthien; y tenía en la cara una luz resplandeciente."

Pero Thingol se enteró del amor entre Beren y Lúthien. Y no podía soportar que su hija se uniera a un mortal, un Segundo Nacido, aún siendo de la estirpe a la cual pertenecía Beren. Así que le entregaría la mano de su hija si le entregaba uno de los Silmarils que tenía Morgoth en su Corona de Hierro. Craso error cometió Thingol, porque aunque encerró a su hija en lo alto de Hílirorn, en el centro del bosque de Neldoreth ella se escapó, porque sabía que su amado estaba encerrado en un foso profundo de la torre de Sauron, por entonces lugarteniente de Morgoth.

Y liberó a su amado tejiendo un encantamiento alrededor de Sauron, ayudada por Huan (el principal perro lobo que seguía a Celegorm, que había sido regalado por Oromë) y juntos fueron ante Morgoth, y así Beren consiguió el Silmaril. Pero... pero no por mucho tiempo. Ya que Carcharoth los persiguió en la huida, y mordió la mano de Beren, que sujetaba el silmaril, arrancandosela. Y el lobo se volvió loco de dolor, al sentir el silmaril en su estómago. Así consiguió Beren la mano de Luthien, ya que el silmaril se encontraba en su mano, aunque esta estuviera en el interior de Carcharoth. Pero el lobo, loco por el silmaril que quemaba su carne, se acercaba a Doriath, y se prepararon para la Caza del Lobo, y en esta cacería, aunque Carcharoth fue muerto y recuperado el silmaril, Beren fue malherido, y murió poco despues, en los brazos de su amada.

Una historia muy triste, si. Pero no termina. Lúthien solicitó a Mandos que no dejara partir el espiritu de Beren, para poder despedirse de el a las estancias de Mandos. Pero en vez de eso, se marchitó y su fëa abandono su Hröa, que quedó tendido sobre la hierba. Y el espíritu de Lúthien se presentó ante Mandos, y le suplicó que hiciera regresar a Beren, cantándole como sólo ella supo hacerlo antes y después. E Ilúvatar les permitió morar juntos, con vidas mortales ambos, ya que Lúthien no podía imaginar su vida sin Beren y no deseaba morar en Valinor sin su amado.

Y así perdimos a nuestra amada Estrella de la Mañana. Aunque sus descendientes aún caminan en este mundo, aunque sea en las hermosas colinas de Aman. Arwen (hija de Elrond, hijo de Elwing, hija de Dior, hijo de Beren y Luthien) se parecía mucho a ella, tanto que fue llamada Estrella de la Tarde (por ser la Tercera Edad la Edad del declive de los Elfos). Aragorn Elessar cuando la conoció la llamó Tinúviel. Pero eso es otra historia que contaré en otra ocasión.

10 de abril de 2005

Atani

Estas últimas semanas me he fijado en el comportamiento de los atani, si, los Segundos Nacidos.

Son muy curiosos, por lo menos en esta Novena Edad del Sol. Al igual que los numenoreanos, en la Segunda Edad del Sol, tienen miedo de la muerte, mucho miedo. Esconden este hecho en racionalizaciones extrañas.

Entiendo que los atani viven poco, no más de 90 años en su mayoría, pocos quedan que lleven en sus venas sangre dúnedain, que hace que sus vidas sean un poco mas largas, aunque tan diluida que apenas hay diferencia.

Sienten lástima por ellos mismos, se esconden esa condición, la ocultan con millones de técnicas propias de niños de cuna, ocultan la enfermedad entre paredes blancas e inmaculadas, pensando que así dejará de existir, ocultan a sus ancianos entre paredes floreadas, pensando que así se olvidarán que su muerte está próxima, o quizás para olvidarse ellos mismos de que también pasarán tarde o temprano por ese trance.

Quizás no soy la más apropiada para hablar de ello, ya que mi fëa durará tanto como dure Arda (así lo quiso Eru Ilúvatar, en su sabiduría) y desde que vi por primera vez la luz de los Árboles, hace ya tantas Edades, no he deseado nunca separar mi hröa de mi fëa.

Y nos tienen envidia, lo sé, aunque quizás nosotros somos los que tenemos envidia a ellos, por sus vidas cortas y plenas.

Finrod Felagund, en la Primera Edad tuvo una conversación con Andreth, una mujer de la casa de Beör, hermana de Bregor, que fue el padre de Barahir. Cuentan que fue una mujer sabia y entre nosotros la llamabamos Saelind, Corazón Sabio.

Y es muy posible, que en esta Novena Edad, tan lejana a la Primera, sean ciertas aún sus palabras, atesoradas en los anales de los Eldar desde entonces:

"-Triste para mí, Andreth -dijo- es el paso fugaz de tu gente. Pues ahora Boron, el padre de tu padre, se ha ido; y aunque era anciano, decís, para la edad de los Hombres, aún así le conocí demasiado brevemente. Poco tiempo en verdad me parece que ha pasado desde que vi por primera vez a Bëor al este de esta tierra, pero ahora ya no está, ni su hijo, ni tampoco el hijo de su hijo.
-Han pasado ya más de cien años -dijo Andreth,- desde que cruzamos las Montañas; y Bëor y Baran y Boron vivieron todos más de noventa años. Nuestro vida era más corta antes de encontrar esta tierra.
-Entonces, ¿estáis satisfechos aquí? -dijo Finrod.
-¿Satisfechos? -dijo Andreth. -Ningún corazón de Hombre está satisfecho. El tránsito y la muerte le es siempre penoso; pero un declive más lento proporciona cierto consuelo, y retira ligeramente la Sombra.
- ¿Qué quieres decir? -dijo Finrod.
- ¡Bien lo sabéis! -dijo Andreth. -La oscuridad que ahora está contenida en el Norte, pero que una vez...-y aquí hizo una pausa y sus ojos se oscurecieron, como si su mente hubiera retrocedido a años negros que debieran olvidarse- que una vez se extendió por toda la Tierra Media, mientras vosotros morabais en vuestra beatitud.
-Yo no preguntaba sobre la Sombra -dijo Finrod.- ¿A qué te referías, decía, con su retirada? ¿O cómo se relaciona ello con el fugaz destino de los Hombres? También vosotros, creemos (instruidos por los Grandes que lo saben) sois Hijos de Eru, y vuestro destino y naturaleza provienen de Él.
- Veo -dijo Andreth- que en eso vosotros, los Altos Elfos, no diferís de vuestros parientes menores que hemos encontrado por el mundo, aunque nunca hayan morado en la Luz. Todos los Elfos, aseguráis que morimos pronto porque tal es nuestra naturaleza. Que somos frágiles y breves, y vosotros fuertes y duraderos. Puede que seamos "Hijos de Eru", como decís en vuestras historias; pero también para vosotros somos niños: para ser quizá un poco amados, y sin embargo criaturas de menos valía, a las que podáis mirar por encima del hombro desde la altura de vuestro poder y conocimiento, con una sonrisa, o con lástima, o sacudiendo la cabeza.
-Ay, te acercas a la verdad- dijo Finrod. -Al menos así sucede con muchos entre mi gente; pero no con todos y en absoluto conmigo. Mas ten bien presente, Andreth, que cuando os llamamos "Hijos de Eru" no hablamos a la ligera; porque ese nombre no lo pronunciamos en broma ni sin completa voluntad. Cuando hablamos así, lo hacemos desde el conocimiento, no desde la mera tradición élfica; y proclamamos nuestro parentesco, mucho más próximo (tanto en hröa como en fëa) que el que une a todas las otras criaturas de Arda o a nosotros con ellas. También amamos a otras criaturas de la Tierra Media en su medida y raza: las bestias y pájaros que son nuestros amigos, los árboles e incluso las hermosas flores que perecen más rápido que los Hombres. Su muerte nos entristece, pero creemos que es parte de su naturaleza, tanto como lo son sus formas o colores. Pero por vosotros, que sois nuestros parientes más cercanos, nuestra pena es mucho mayor. Mas, si tenemos en cuenta la brevedad de la vida en toda la Tierra Media, ¿no debemos creer que vuestra brevedad es también parte de vuestra naturaleza? ¿No piensa esto también vuestra propia gente? Y aun así, de tus palabras y su amargura adivino que piensas que erramos.
-Pienso que erráis vosotros y todos los que piensan igual- dijo Andreth; -y que ese mismo error procede de la Sombra. Pero hablemos de los Hombres. Algunos dirán esto y otros aquello; pero la mayoría, que piensa poco, sostendrá que su breve periodo en el mundo siempre ha sido tal. Mas hay algunos que piensan distinto; los hombres los llaman "Sabios", pero poco los escuchan. Porque no hablan con seguridad ni con una sola voz, ya que no certeza de la que tú te enorgulleces, sino que han de depender de la "tradición", en la que la verdad (si es que puede hallarse) debe ser cribada. Y en cada criba hay paja con el grano elegido, y sin duda algo de grano con la paja que se rechaza. Mas entre mi gente, de Sabio a Sabio, procedente de la noche, llega la voz que dice que los Hombres no son ahora como fueron, ni como era su verdadera naturaleza en un principio. Y aún más claro lo dicen los Sabios del Pueblo de Marach, que han conservado un nombre para Aquel que llamáis Eru, aunque en mi pueblo Él está casi olvidado. Esto aprendí de Adanel. Ellos dicen sencillamente que los Hombres no son de corta vida por naturaleza, sino que así es por la maldad del Señor de la Oscuridad, a quien no nombran.
-Eso bien puedo creerlo -dijo Finrod: - que vuestros cuerpos sufren en alguna medida la maldad de Melkor. Porque vivís en Arda Maculada, como nosotros, y toda la materia de Arda fue tocada por él, antes de que vosotros o nosotros llegáramos y nutriéramos nuestros hröar y su mantenimiento: toda excepto quizá Aman, antes de que él llegara allí. Pues sabe que no es distinto con los propios Quendi: su salud y estatura han disminuido. Ya aquellos de nosotros que moran en la Tierra Media, e incluso los que a ella hemos retornado, encuentran que el cambio de sus cuerpos es más rápido que al principio. Y eso, creo, debe anunciar que se harán menos resistentes al desgaste de para lo que fueron diseñados, aunque puede que esto no sea evidente por muchos años. Y de igual forma sucede con los hröar de los Hombres, son más débiles de lo que debieran. Así, pues, sucede que aquí en el Oeste, donde antaño su poder se extendió menos, tienen más salud, como tu dices.
-¡No, no! -dijo Andreth. -No entiendes mis palabras. Porque siempre pensáis lo mismo, mi señor: los Elfos son Elfos, y los Hombres son Hombres, y aunque tienen un Enemigo común, que los ha injuriado a ambos, aún se mantiene la distancia entre los señores y los humildes, los primeros llegados altos y resistentes, los seguidores menores y de breve servicio. Ésa no es la voz que los Sabios oyen en la oscuridad y más allá. No, señor, los Sabios de entre los Hombres dicen: "No se nos hizo para la muerte, no nacemos para morir. La muerte se nos impuso." Y ¡observa! el miedo a ella siempre nos acompaña y siempre la rehuimos como la liebre al cazador. Pero en lo que a mí respecta, creo que no hay escapatoria en este mundo, no, ni aunque pudiésemos llegar a la Luz más allá del Mar o ese Aman del que habláis. Con esa esperanza hemos viajado durante muchas vidas de Hombres, mas la esperanza era vana. Eso dijeron los Sabios, pero no se detuvo la marcha porque, como he dicho, poco se les escucha. Y ¡mira! hemos huido de la Sombra hasta las últimas costas de la Tierra Media, ¡sólo para encontrar que está aquí, delante de nosotros!
Entonces Finrod guardó silencio; pero al cabo de un rato dijo:
-Esas palabras son extrañas y terribles. Y tú hablas con la amargura de aquélla cuyo orgullo ha sido humillado y no busca sino herir a sus contertulios. Si todos los Sabios entre los Hombres hablan así, entonces bien puedo creer que habéis sufrido un gran daño. Pero no por mi gente, Andreth, ni por ninguno de los Quendi. Si somos como somos, y si sois como os encontramos, no se debe a nuestros actos ni a nuestros deseos, y vuestras penas no nos causan regocijo ni alimentan nuestro orgullo. Sólo uno diría lo contrario: aquel Enemigo que no nombráis. ¡Cuidado con la paja de tu grano, Andreth! Pues podría ser mortal: mentiras del Enemigo que alimentándose en la envidia podrían criar odio. No todas las voces que surgen de la oscuridad dicen la verdad a las mentes que buscan extrañas nuevas. ¿Pero quién os hizo este daño? ¿Quién os impuso la muerte? Melkor, dirías seguramente, o cualquiera que sea el nombre que le deis en secreto. Porque hablas de la muerte y su sombra como si fueran una y la misma; y como si escapar de la Sombra fuera también escapar de la Muerte. Pero no son lo mismo, Andreth. Así creo, o la muerte no se encontraría en absoluto en este mundo que él no diseñó, sino Otro. No, muerte no es sino el nombre que damos a algo que él ha tocado, y suena por lo tanto maligno, pero intacto su nombre sería bueno.
-¿Qué sabéis de la muerte? No la teméis porque no la conocéis -dijo Andreth.
-La hemos visto y la tememos -respondió Finrod. -Nosotros también podemos morir, Andreth, y hemos muerto. El padre de mi padre fue cruelmente asesinado, y muchos le han seguido, exiliados en la noche, en el hielo cruel, en el mar insaciable. Y en la Tierra Media hemos muerto por fuego y por humo, por veneno y en las crueles hojas del combate. Fëanor está muerto y Fingolfin fue pisoteado bajo los pies del Morgoth. ¿Con qué fin? Para expulsar la Sombra, o si no fuera posible, para impedir que se extienda una vez más sobre toda la Tierra Media; ¡para defender a los Hijos de Eru, Andreth, a todos los Hijos y no sólo a los orgullosos Eldar!
-Yo había oído -dijo Andreth- que era para recuperar vuestro tesoro, que vuestro Enemigo había robado, mas quizá la Casa de Finarfin no es una con los Hijos de Fëanor. Pero pese a todo vuestro valor, yo te digo de nuevo: ¿qué sabéis de la muerte? Puede que para vosotros sea dolorosa y una pérdida, pero sólo por un tiempo, un puñado robado a la abundancia, a menos que se me hayan contado falsedades. Porque sabéis que al morir no abandonáis el mundo, y que podéis retornar a la vida. Con nosotros es distinto: al morir morimos, y nos vamos para no volver. La muerte es el final último, una pérdida irremediable. Y es abominable, porque también es una maldad que se nos hace.
-Esa diferencia la percibo -dijo Finrod. - ¿Dirías que hay dos muertes: una es un daño y una pérdida, pero no un final y la otra es un final sin retorno? ¿Y los Quendi sólo experimentan la primera?
-Sí, pero hay además otra diferencia -dijo Andreth. -Una no es sino un daño entre las posibilidades del mundo, que los valientes, o los fuertes, o los afortunados pueden esperar evitar. La otra es ineludible, una muerte de cuyo cazador no hay escape último posible. Sea un Hombre fuerte o rápido o temerario, sea sabio o necio, sea malvado o justo y piadoso en todas las acciones de sus días, ame al mundo o lo aborrezca, debe morir y abandonarlo, y convertirse en carroña que los hombres se apresuran en quemar o esconder.
-¿Y estando así, perseguidos, no tienen los Hombres esperanza alguna?-dijo Finrod.
-No tienen ni certeza ni conocimiento, sólo miedo y sueños en la oscuridad -respondió Andreth. -¿Pero esperanza? Esperanza, ese es otro asunto del cual incluso los Sabios apenas hablan. -Entonces su voz se hizo más amable. -Sin embargo, Señor Finrod de la Casa de Finarfin, de los altos y noble Elfos, quizá nosotros podamos hablar de ello, vos y yo.
-Quizá podamos -dijo Finrod -pero mientras tanto caminamos en las sombras del temor. Hasta ahora, entonces, percibo que la gran diferencia entre Elfos y Hombres está en la rapidez del fin. Sólo en esto. Pues, si pensáis que para los Quendi no hay muerte ineludible, erráis. Porque ninguno de nosotros sabe , aunque quizá lo sepan los Valar, cómo será el futuro de Arda o cuánto se ha ordenado que dure. Pero no durará por siempre. Fue hecha por Eru, pero no está en Él. Sólo el Único no tiene límites. Arda, y la misma Ëa, deben por lo tanto tener límites. Nos veis a los Quendi aun en las primeras edades de nuestra existencia y el fin está lejos. De igual forma es posible que suceda con vuestros jóvenes, quienes ven la muerte aún lejana, salvo que nosotros tenemos ya largos años de vida y pensamiento detrás. Pero el fin llegará. Eso lo sabemos todos. Y entonces deberemos morir, habremos de perecer para siempre, parece, puesto que pertenecemos a Arda (en hröa y fëa). ¿Y más allá, qué? ¿"La ida al no retorno", como tú dices, "el fin más absoluto, la pérdida irremediable"? Nuestro cazador es de pies pesados, pero nunca pierde el rastro. Más allá del día en que nos golpee con la muerte, no tenemos certezas ni conocimiento. Y nadie nos ha hablado de esperanza.
-No lo sabía -dijo Andreth-, y aun así...
-¿Y aun así el nuestro es lento, dirías tú? -dijo Finrod. -Cierto. Pero no está claro que un destino vaticinado y largamente retrasado sea en modo alguno una carga menos pesada que el que llega pronto. Mas si he entendido tus palabras hasta el momento, vosotros no creéis que esta diferencia fuera establecida así en el principio. No estabais en el origen destinados a una muerte rápida. Mucho podría decirse acerca de esta creencia (sea cierta o no). Pero antes preguntaré: ¿cómo decís que se ha llegado a ello? Por la maldad de Melkor, sugerí, y no lo has negado. Mas ahora veo que no hablas del empequeñecimiento que todo en Arda Maculada sufre, sino de un golpe especial de maldad contra tu gente, contra los Hombres en cuanto Hombres. ¿Es así?
-Así es, en verdad -dijo Andreth.
-Entonces esto es un asunto de terror -dijo Finrod. -Conocemos a Melkor, el Morgoth, y sabemos que es poderoso. Sí, yo lo he visto y he oído su voz, y he quedado ciego en la noche que está en el corazón de su sombra, de la cual tú, Andreth, nada sabes excepto de oídas y a través de la memoria de tu pueblo. Pero nunca, incluso en la noche, hemos creído que él pudiera prevalecer sobre los Hijos de Eru. Podría apresar a uno, y a otro quizá corromper, pero no cambiar el destino de un pueblo entero de los Hijos, robarles su herencia: si tal pudiera hacer contra la voluntad de Eru, entonces es más grande y más terrible de lo que adivinábamos; entonces, todo el valor de los Noldor no es sino presunción y locura... no, Valinor y las Montañas de las Pelóri están construidas sobre arena.
-¡Observa! -dijo Andreth. -¿No dije que no conocías la muerte? Y ¡mira!, cuando tienes que enfrentarla sólo en pensamiento, mientras que nosotros la conocemos en hechos y pensamientos durante toda nuestra vida, enseguida caes en la desesperación. Sabemos, si es que vosotros no, que el Sin Nombre es Señor de este Mundo y vuestro valor, y el nuestro también, es una locura, o al menos estéril.
-¡Cuidado! -dijo Finrod. -Cuida no hables de lo inefable, voluntariamente o por ignorancia, confundiendo a Eru con el Enemigo, quien disfrutaría si así lo hicieses. El Señor de este mundo no es él, sino el Único que lo hizo, y su Regente es Manwë, Rey Mayor de Arda, que está bendito. No, Andreth. La mente oscurecida y extraviada, inclinarse y seguir odiando, huir pero no rechazar, amar al cuerpo y aun así vejarlo, el desprecio de la carroña: estas cosas pueden venir del Morgoth, en verdad. Pero destinar a los inmortales a morir, de padres a hijos, y dejarles la memoria de una herencia robada y el deseo de lo que se perdió...¿podría Morgoth hacer eso? Yo digo que no. Y por esa razón digo que si tu historia es cierta, entonces todo en Varda es vano, desde el pináculo de Oiolossë hasta el más profundo abismo. Pero yo no creo en tu historia. Nadie podría haber hecho eso salvo el Único. Por lo tanto te digo, Andreth, ¿qué hicisteis vosotros, los Hombres, tiempo ha en la oscuridad? ¿Qué hicisteis que enfureció a Eru? Porque de lo contrario todas vuestras historias no son sino sueños oscuros concebidos en una Mente Oscura. ¿Me dirás lo que sabes o lo que has oído?
-No lo haré -dijo Andreth. -No hablamos de esto con los de otras razas. Pero la verdad es que los Sabios no están seguros y hablan con voces contradictorias, porque de lo que ocurriera hace tiempo hemos huído, hemos intentado olvidar, y tanto tiempo lo hemos intentado que no podemos recordar ninguna época en la que no fuéramos como somos ahora, excepto sólo leyendas de días cuando la muerte no era tan rápida y nuestras vidas eran mucho más largas, pero aun entonces ya había muerte.
-¿No puedes recordar? -dijo Finrod. -¿No hay historias de vuestros días antes de la muerte, aunque no se las contéis a extraños?
-Quizá -dijo Andreth. -Si no entre mi gente, entonces puede que entre el pueblo de Adanel.
Se hundió en el silencio y observó el fuego fijamente.
-¿Pensáis que nadie lo sabe excepto vosotros? -dijo Finrod al fin. -¿No lo saben los Valar?
Andreth alzó la vista y sus ojos se oscurecieron.
-¿Los Valar? -dijo. -¿Cómo podría yo saberlo, o cualquier Hombre? Vuestros Valar no nos molestan con cuidados ni instrucción. No nos convocaron.
-¿Qué sabéis de ellos? -dijo Finrod. -Yo los he visto y he morado entre ellos, y en presencia de Manwë y Varda he estado en la Luz. No hables de ellos así, ni de nada que está muy alto por encima de ti. Tales palabras surgieron por vez primera de la Boca Mentirosa. ¿Nunca se te ha ocurrido, Andreth, que allí fuera, en edades pasadas hace largo tiempo, podríais haberos puesto fuera de su amparo y más allá del alcance de su ayuda? ¿O incluso que vosotros, los Hijos de los Hombres, no erais algo que ellos pudieran gobernar? Porque erais demasiado grandes. Sí, eso es lo que quiero decir, y no sólo halagar vuestro orgullo: demasiado grandes. Los únicos amos de vosotros mismos dentro de Arda, bajo la mano del Único. ¡Cuida, pues, tus palabras! Si no vas a hablar a otros de vuestra herida o cómo llegasteis a ella, escucha, no sea que como sanguijuelas ignorantes, confundáis las heridas o, por orgullo, acuséis fuera de lugar. Pero volvamos a otros asuntos, puesto que no dirás más sobre esto. Consideremos vuestro estado primero, antes de la herida. Porque lo que dices es también una maravilla y difícil de entender. Tú afirmas: "no fuimos hechos para la muerte, ni nacíamos para morir". ¿Qué quieres decir: que erais como nosotros u otra cosa?
-Este conocimiento no os toma en consideración -dijo Andreth, -pues nada sabemos de los Eldar. Sólo incumbe al morir y al no morir. De la vida mientras dure el mundo pero no más allá, nada hemos oído. En realidad, nunca hasta ahora pasó por mi mente.
-A decir verdad -dijo Finrod -había pensado que esta creencia vuestra, de que también vosotros no fuisteis hechos para la muerte, no era sino un sueño de vuestra soberbia, nacido por envidia a lo Quendi, para igualarlos o sobrepasarlos. No es así, dirás tú. Y sin embargo, mucho antes de que llagarais a esta tierra, encontrasteis otros pueblos de los Quendi, y con algunos trabasteis amistad. ¿No erais ya entonces mortales? ¿Y nunca hablasteis con ellos acerca de la vida y la muerte? Porque incluso sin palabras ellos pronto descubrirían vuestra mortalidad, y mucho hace que debisteis advertir que ellos no morían.
- "No es así", afirmo en verdad. -respondió Andreth. -Puede que fuéramos mortales cuando por vez primera encontramos a los Elfos lejos de aquí, o puede que no. Nuestro conocimiento no lo dice, o al menos, ninguno que yo haya aprendido. Pero ya entonces teníamos nuestro saber, y no necesitamos ninguno de los Elfos: sabíamos que en nuestro origen nacíamos para no morir nunca. Y con esto, mi señor, queremos decir: nacidos para la vida eterna, sin sombra de final alguno.
-¿Han considerado entonces los Sabios entre vosotros cuán extraña es la verdadera naturaleza que reclaman para los Atani? -dijo Finrod.
-¿Tan extraña es? -dijo Andreth. -Muchos de los Sabios sostienen que en su verdadera naturaleza, ninguna cosa viviente moriría.
-En eso los Eldar os dirían que erráis -dijo Finrod. -Para nosotros, lo que reclamáis para los Hombres es extraño y muy difícil de aceptar, por dos razones. Afirmáis, si es que entendéis completamente vuestras propias palabras, haber tenido cuerpos imperecederos, no limitados por las fronteras de Arda, y sin embargo derivados de su materia y sustentados en ella. Y reclamáis, además (aunque esto quizá no lo hayas advertido) haber poseído hröar y fëar que desde el principio carecían de armonía. Y sin embargo, la armonía de hröa y fëa es, creemos, esencial en la verdadera naturaleza inmaculada de todos los Encarnados: los Mirröanwi, como llamamos a los Hijos de Eru.
-Veo el primer problema -dijo Andreth, -y para ello tienen nuestros Sabios su propia respuesta. El segundo, como adivinas, no lo percibo.
-¿No? -dijo Finrod. -Entonces no os veis a vosotros mismos con claridad. Pero puede suceder a menudo que las amistades y parientes vean con facilidad algunas cosas que están escondidas para su propio amigo. Bien, los Eldar somos vuestros parientes, y vuestros amigos también (si quieres creerlo) y os hemos observado durante tres vidas de los Hombres con amor y preocupación y reflexionando mucho. De esto, entonces, estamos completamente seguros, o de lo contrario nuestra sabiduría no es más que vanidad: los fëar de los Hombres, aunque cercanos y emparentados con los fëar de los Quendi, no son iguales.Aunque nos resulte extraño, vemos claramente que los fëar de los Hombres no están, como los nuestros, confinados a Arda, ni es Arda su hogar. ¿Puedes negarlo? Ahora bien, nosotros los Eldar no negamos que améis Arda y todo lo que hay en ella (en tanto que estáis libres de la Sombra) tanto como nosotros lo hacemos. Pero de otra forma. Cada una de nuestras estirpes percibe Arda de forma diferente y aprecia sus bellezas en distinto grado y modo. ¿Cómo explicarlo? Para mi la diferencia es similar a la que hay entre el que visita un país extranjero y habita allí un tiempo (aunque no lo necesita) y el que ha vivido en esa tierra siempre (y debe hacerlo). Para el primero, todas las cosas que ve le parecen nuevas y asombrosas y por ello dignas de amor. Al otro todo le es familiar, lo único que realmente existe para él, sus cosas, y por ello le son preciosas.
-Queréis decir que los Hombres son los huéspedes -dijo Andreth.
-Has dicho la palabra exacta -dijo Finrod. -Ese es el nombre que os hemos concedido.
- Señorialmente, como siempre -dijo Andreth. -Pero incluso si somos invitados en una tierra donde todo es de vuestra propiedad, señores míos, decidme, ¿qué otras tierras o cosas conocemos?
- ¡No, dímelo tú! -dijo Finrod. -Pues si no lo sabéis vosotros, ¿cómo podemos saberlo nosotros? ¿Sabes que los Eldar dicen de los Hombres que no miran a las cosas por sí mismas; que si estudian algo, es para descubrir algo más; que si la aman es sólo (parece) porque les recuerda a algo más precioso? Entonces, ¿con qué comparan? ¿Dónde están esas otras cosas? Nosotros, tanto Elfos como Hombres, estamos en Arda y somos de Arda, y el conocimiento que los Hombres tienen procede de Arda (o así parece). ¿De dónde entonces viene esa memoria que tenéis antes incluso de que empecéis a aprender? No es de otras regiones en Arda por las que halláis viajado. Porque si tú y yo fuéramos juntos a vuestro antiguo hogar, lejos al Este, reconocería las cosas de allí como parte de mi hogar, mientras que vería en tus ojos el mismo asombro y comparación que veo en los Hombres de Beleriand que han nacido aquí.
-Decís extrañas palabras, Finrod -dijo Andreth, -que nunca antes he oído. Y sin embargo, mi corazón se agita como si reconociera alguna verdad aun sin entnderla. Pero tenue es esa memoria y se aleja antes de que podamos asirla y entonces quedamos ciegos. Y aquellos entre nosotros que han conocido a los Eldar, y que quizá los han amado, dicen por nuestra parte: "No hay cansancio en los ojos de los Elfos." Y hemos descubierto, además, que ellos no entienden el dicho de los Hombres: lo que se ve demasiado a menudo, deja de ser visto. Y se maravillan de que en las lenguas de los Hombres la misma palabra pueda significar tanto "conocido desde antaño" como "ajado". Pensamos que se debe sólo a que los Elfos tienen vidas duraderas y vigor inagotable. "Niños crecidos" os llamamos a veces nosotros los huéspedes, mi señor. Pero aun así... aun así, si nada en Arda mantiene para nosotros su sabor por largo tiempo, y todas las cosas hermosas se vuelven oscuras, ¿entonces qué? ¿Acaso no es por la Sombra de nuestros corazones? ¿O dirías que no es esa la razón sino que tal fue siempre nuestra naturaleza, antes incluso de la herida?
-Eso diría, en verdad -respondió Finrod. -La Sombra puede haber oscurecido vuestra inquietud, aportando un cansancio más rápido y convirtiéndolo pronto en desdén, pero la inquietud siempre estuvo ahí, creo. Y si así es, ¿no puedes ahora captar la contradicción de la que hablaba? Si es que vuestro Saber tiene el conocimiento, como el nuestro, según el cual los Mirroänwi están hechos de la unión de cuerpo y mente, de hröa y fëa, o como decimos en imágenes, de la Casa y el Morador. ¿Pues qué es la muerte de la que te lamentas sino la separación de estos dos? Y ¿qué es la inmortalidad que habéis perdido sino que los dos resten unidos para siempre? ¿Pero qué debemos pensar entonces de esta unión en el Hombre: de un Morador que no es más que un invitado aquí en Arda y que no está en su hogar, con una Casa que está construida con la materia de Arda y debe por lo tanto (se supone) permanecer aquí? Uno no esperaría para esta Casa una vida más larga que la de Arda, de quien forma parte. Pero aseguráis que la Casa también era inmortal, ¿no es así? Yo más bien creería que un fëa así, por su propia naturaleza, abandonaría en su momento la casa de su periplo aquí, incluso si este periplo era antes más largo de lo que ahora se permite. Entonces la "muerte" os habría (como dije) sonado muy distinta: como una liberación, o un retorno, o, mejor, una vuelta al hogar. Pero esto no es lo que vosotros creeis, parece.
-No, en eso no creo -dijo Andreth. - Pues eso sería cansancio del cuerpo, y es éste un pensamiento de la Oscuridad, antinatural en cualquiera de los Encarnados cuya vida incorrupta es una unión de mútuo amor. Porque el cuerpo no es una posada para mantener caliente al viajero durante una noche, antes de que prosiga su camino, para luego recibir a otro. Es una casa construida para un solo morador, y no sólo casa, sino también ropaje; y no está claro para mí que debamos en este caso hablar sólo de ropajes adecuados al portador y no de un portador que es apropiado para las ropas. Sostengo, entonces, que no se puede pensar que la separación de ambos sea acorde a la verdadera naturaleza de los Hombres. Pues si fuera "natural" para el cuerpo ser abandonado y morir, y "natural" para el fëa continuar viviendo, entonces habría sin duda una contradicción en el Hombre, y sus partes no estarían unidas por amor. Su cuerpo sería, en el mejor de los casos, un impedimento, o una cadena. Una imposición, realmente, no un don. Pero hay uno que impone, y que fabrica cadenas, y si tal fuera nuestra naturaleza en los comienzos, entonces de él procederíamos; pero de ello tú dices que no se debe hablar. ¡Ay! Lejos en la oscuridad los hombres lo afirman pese a todo, aunque no los Atani que vos conocéis, no ahora. Afirmo que en esto nosotros somos como vosotros, verdaderos Encarnados, y que no vivimos nuestro ser auténtico en plenitud excepto por la unión de paz y amor entre la Casa y el Morador. Por lo tanto, la muerte que los divide es un desastre para ambos.
-Más aun asombras mis pensamientos, Andreth -dijo Finrod. -Pues si tu reclamación es cierta, entonces ¡mira! un fëa que no es aquí sino un viajero está indisolublemente casado con un hröa de Arda; separarlos es una dañina herida, y aun así cada uno ha de completar su naturaleza sin tiranía por parte del otro. Entonces con seguridad se puede inferir lo siguiente: cuando el fëa parte debe llevar consigo al hröa. ¿Y que puede significar esto sino que el fëa tiene el poder de elevar al hröa como eterno esposo y compañero, hacia una existencia eterna más allá de Éa y más allá del Tiempo? Así Arda, o parte de ella, sería curada no sólo de la mancha de Melkor sino liberada incluso de los límites que se le establecieron en la "Visión de Eru" de la que los Valar hablan. Por lo tanto digo que si podemos creer esto, poderosos en verdad fueron hechos los Hombres bajo Eru en su inicio; y terrible sobre todas las calamidades fue el cambio de su estado. ¿Es entonces una visión de lo que Arda sería si estuviera completa-de cosas vivientes e incluso de las mismas tierras y mares de Arda hechas eternas e indestructibles, para siempre hermosas y nuevas- con lo que los fëar de los Hombres comparan lo que ven aquí? ¿O existe en algún sitio un mundo del cual todo lo que vemos, todas las cosas que los Hombres y Elfos conocemos, no son más que recuerdos o imágenes?
-Si es así, está en la mente de Eru, estimo yo -dijo Andreth. -A tales preguntas, ¿cómo podemos hallar respuestas, aquí en las nieblas de Arda Maculada? Sería distinto si no hubiéramos sido cambiados; pero siendo como somos, incluso los Sabios entre nosotros han dedicado poco pensamiento a Arda en sí misma, o a las otras cosas que aquí residen. Hemos pensado sobre todo en nosotros: de cómo nuestros hröar y fëar deberían haber morado juntos en eterna felicidad, y en la oscuridad impenetrable que ahora nos espera.
-Entonces no sólo los Altos Elfos se olvidan de su linaje -dijo Finrod. -Pero esto me resulta extraño, y como hizo tu corazón cuando hablé de vuestro malestar, así ahora el mío salta como oyendo buenas nuevas. Ésta, pues, propongo, fue la razón de ser de los Hombres, no los seguidores, sino los herederos y culminadores de todo: curar la Mácula de Arda, ya prevista antes de su creación, y hacer aún más, como agentes de la magnificencia de Eru: agrandar la Música y superar la Visión del Mundo. Porque Arda Curada no será Arda Inmaculada, sino una tercera cosa, mayor y aun así, la misma. He conversado con los Valar que estuvieron presentes en la Música antes de que la existencia del Mundo empezara. Y ahora me pregunto: ¿escucharon ellos el final de la Música? ¿No había algo en los acordes finales de Eru o más allá que, sobrecogidos, no percibieron? O, de nuevo, puesto que Eru es libre por siempre, quizá no hizo Música ni mostró Visión más allá de un cierto punto. Más allá de ese punto no podemos ver o conocer, hasta que por nuestros caminos lleguemos allí, Valar o Eldar u Hombres. Como un maestro en la narración de cuentos puede mantener oculto el momento cumbre hasta que llegue su tiempo. Puede ser adivinado, por supuesto, hasta cierto punto, por aquellos que han escuchado con toda su mente y corazón; pero eso es lo que el narrador desea. La sorpresa y maravilla de su arte no disminuye así, pues de esta forma nosotros compartimos, como si lo fuéramos, su autoría. ¡No así si a todos nosotros se nos dijera en el prefacio, antes de que nos adentráramos!
-¿Cuál dirías entonces que es el momento cumbre que Eru ha reservado? -preguntó Andreth.
-¡Ah, sabia señora! -dijo Finrod. -Soy un Elda y de nuevo pensaba en mi propia gente. Aunque, no, en todos los Hijos de Eru. Estaba pensando que por los Segundos Hijos podríamos haber sido librados de la muerte. Porque mientras hablábamos de la muerte como una separación de lo unido, mi corazón pensó una muerte que no es eso, sino el final conjunto de ambos. Pues eso es lo que yace ante nosotros, hasta donde nuestra razón puede ver: la culminación de Arda y su final, y por lo tanto también el nuestro, hijos de Arda; el final donde todas las largas vidas de los Elfos estarán por completo en el pasado. Y entonces, de repente, observé como en una visión Arda Rehecha; y allí los Eldar completos, pero no acabados podían permanecer en el presente para siempre, y allí caminar, quizá, con los Hijos de los Hombres, sus liberadores, y cantarles tales canciones que, incluso en la Felicidad más allá de toda felicidad, los verdes valles resonarían y las cimas eternas de las montañas palpitarían como arpas. Entonces Andreth miró a Finrod por debajo de las cejas:
-¿Y qué es lo que, cuando no estuvierais cantando, nos diríais? -preguntó.
Finrod rió.
-Sólo puedo adivinarlo- dijo. -Fíjate, sabia señora, pienso que os contaremos historias del pasado y de la Arda que Fue, de los peligros y las grandes hazañas y de la creación de los Silmarils. ¡Entonces éramos nosotros los señoriales! Pero vosotros... vosotros estaréis en vuestro hogar, mirando todas las cosas intensamente, como vuestras. Entonces seréis los señores. "Los ojos de los Elfos siempre piensan en algo más", diréis. Pero entonces sabréis de qué nos acordamos: de los días cuando por vez primera nos encontramos y nuestras manos se tocaron en la oscuridad. Más allá del Fin del Mundo no cambiaremos, porque en la memoria está nuestro gran talento, como se verá con más claridad a medida que pasen las Edades de Arda: una pesada carga, me temo, pero en los Días de los que ahora hablamos será una gran riqueza.
Y entonces hizo una pausa porque vio que Andreth sollozaba en silencio.
-¡Ay, señor! -dijo.- ¿Qué debemos hacer, entonces? Porque hablamos como si estas cosas fueran ya seguras. Pero los Hombres han sido disminuidos y se han llevado su poder. No buscamos ninguna Arda Rehecha: la oscuridad se extiende ante nosotros, frente a la que nos alzamos en vano. Si por nuestra ayuda tuvieran que construirse vuestras mansiones eternas, no se prepararían ahora.
-¿No tienes entonces esperanza? -dijo Finrod.
- ¿Qué es la esperanza? -dijo ella. -¿La espera de un bien que, aunque incierto, tiene su fundamento en lo conocido? Entonces no tengo ninguna.
- Eso es algo que los Hombres llaman "esperanza", -dijo Finrod. -Amdir la llamamos nosotros, "alzar la vista". Pero hay otra que se fundamenta más hondo. Estel, la llamamos, esto es, "confianza". No es derrotada por las fuerzas del mundo, porque no viene de la experiencia, sino de nuestra naturaleza y nuestro primer ser. Si somos realmente los Eruhin, los Hijos del Uno, entonces seguro que Él no permitirá que se Le prive de lo Suyo, ni por ningún Enemigo ni por nosotros mismos. Estos son los cimientos finales de Estel, que mantenemos incluso cuando contemplamos el Fin: que todos Sus designios son para la felicidad de Sus Hijos. Dices que no tienes amdir. ¿Tampoco posees Estel?
-Quizá...-dijo ella. -Pero...¡no! ¿No te das cuenta que es parte de nuestra herida el que nos falte la Estel y que sus cimientos se tambaleen? ¿Somos los Hijos del Uno? ¿No hemos sido finalmente expulsados? ¿O siempre lo estuvimos? ¿Acaso no es el Innombrable el Señor del Mundo?
- ¡No lo preguntes siquiera! -dijo Finrod.
- No puede dejar de ser dicho- respondió Andreth, -si entiendes la desesperación en la que caminamos. O en la que caminan la mayoría de los Hombres. Entre los Atani, como nos llamáis, o los Buscadores, como decimos nosotros, entre aquellos que dejaron las tierras de desesperación y a los Hombres de la oscuridad y viajaron hacia el oeste con vanas esperanzas; entre ellos se cree que la cura puede hallarse o que hay algún medio de escapar. ¿Mas es eso Estel? ¿No es más bien Amdir, pero sin razón alguna, una mera huída en un sueño al despertar del cual saben que no hay escapatoria de la oscuridad y la muerte?
-Mera huida en un sueño, dices -respondió Finrod. -En los sueños se revelan muchos deseos, y el deseo puede ser la última chispa de Estel. Pero tu no quieres decir sueño, Andreth. Confundes sueño y vigilia con esperanza y creencia, por hacer la una más dudosa y la otra más segura. ¿Duermen cuando hablan de huída y curación?
-Dormidos o despiertos, no dicen nada con claridad -respondió Andreth. -¿Cómo o cuándo ha de llegar esa curación? ¿Qué tipo de existencia recibirán los que vean esos tiempos? ¿Y qué será de nosotros, que antes nos habremos hundido en las tinieblas sin sanar? A tales preguntas, sólo los de la "Vieja Esperanza" (como se denominan a sí mismos) atisban alguna respuesta.
- ¿Los de la Vieja Esperanza? -dijo Finrod. -¿Quiénes son?
- Unos pocos, -dijo ella; -pero su número ha aumentado desde que llegamos a esta tierra y ven que el Innombrable puede (o eso creen) ser desafiado. Aunque eso no es una razón. Desafiarle no deshará su obra de antaño. Y si aquí fracasa el valor de los Eldar, entonces su desesperación será mayor. Porque no era en el poder de los Hombres ni en el de ningún pueblo de Arda en lo que la vieja esperanza se fundamentaba.
- ¿Cuál era entonces esta esperanza, si lo sabes? -preguntó Finrod.
- Ellos dicen ... -respondió Andreth, - ellos dicen que el propio Uno entrará en Arda y sanará a los Hombres y toda la Mácula de principio a fin. Esto, dicen, o imaginan, es un rumor que se ha transmitido durante años innumerables, incluso desde los días de nuestra herida.
- ¿Dicen, imaginan...? -dijo Finrod. - ¿No eres entonces una de ellos?
- ¿Cómo podría serlo, señor? Toda sabiduría está en su contra. ¿Quién es el Uno, a quien vos llamáis Eru? Si dejamos de lado a los Hombres que sirven al Innombrable, como hacen muchos en la Tierra Media, aún muchos Hombres perciben el mundo como una guerra entre la Luz y una Oscuridad equipotente. Tú dirás: no, eso es Manwë contra Melkor; Eru está sobre ellos. ¿Es estonces Eru el mayor de los Valar, un gran dios entre dioses, como muchos Hombres dicen, incluso entre los Atani: un rey que vive lejos de su reino y deja aquí príncipes menores para que hagan lo que quieran? De nuevo tú dirás: no, Eru es Uno, solo y sin igual, y Él hizo Ëa y está por encima de ella; y los Valar son más grandes que nosotros pero, pese a todo, no están más cerca de Su majestad. ¿No es así?
-Sí -dijo Finrod. -Eso afirmamos, y los Valar, que conocemos, dicen lo mismo, todos excepto uno. Pero cuál, piensas, es más capaz de mentir: ¿aquellos que se hacen humildes o el que se ensalza?
-No dudo -dijo Andreth. -Y por esa razón lo afirmado por la Esperanza sobrepasa mi entendimiento. ¿Cómo puede Eru entrar en una cosa que Él ha hecho y sobre la cuál Él es mayor más allá de toda medida? ¿Puede el cantante entrar en su cuento o el pintor en sus imágenes?
- Él ya está dentro, así como fuera -dijo Finrod - pero en verdad ese "dentro" y "fuera" no son del mismo modo.
-Cierto -dijo Andreth. -Así puede Eru estar presente en Ëa, que procede de Él. Pero hablan de Eru Mismo entrando en Arda, y eso es algo totalmente distinto. ¿Cómo podría Él, el más grande, hacerlo? ¿No destruiría eso Arda e incluso toda Ëa?
-No me preguntes a mí -dijo Finrod. -Estas cosas están más allá del alcance de la sabiduría de los Eldar, o de los Valar quizá. Pero me temo que las palabras nos pueden confundir y que cuando dices más grande piensas en las dimensiones de Arda, en las cuales el contenido no puede ser mayor que el continente. Porque tales palabras no pueden usarse con lo Inconmensurable. Si Eru lo deseara, no dudo de que encontraría un modo de hacerlo, aunque no puedo ver cómo. Pues, según creo yo, si Él en Sí Mismo hubiera de entrar, debería aún permanecer como Él es: sin Autor. Y, sin embargo, Andreth, hablando con humildad, no puedo concebir de qué otra forma podría lograrse la curación. Porque Eru seguramente no permitirá que Melkor cambie el mundo a su voluntad y que triunfe al fin. Y no hay poder concebible mayor que el de Melkor, salvo el de Eru. Por lo tanto Eru, si no ha de ceder su obra a Melkor, que alcanzaría el dominio, debe venir para conquistarle. Más: incluso si Melkor (o el Morgoth en que se ha convertido) pudiera de alguna forma ser arrojado o expulsado de Arda, aún su Sombra permanecería, y el mal que ha traído y cultivado como una semilla crecería y se multiplicaría. Y si algún remedio a esto ha de ser encontrado antes de que todo termine, cualquier luz nueva que se oponga a la sombra, o una medicina para las heridas, entonces, creo yo, debe venir de fuera.
- Entonces, señor, -dijo Andreth, y alzó la mirada con asombro- ¿crees en esta Esperanza?
-No me preguntes todavía -respondió. -Porque todavía no es para mí sino extrañas nuevas que me llegan de lejos. Jamás se habló de una esperanza así a los Quendi. Sólo a vosotros se envió. Y sin embargo, a través de vosotros podemos oírla y elevar los corazones-. Hizo una pausa y después, mirando gravemente a Andreth, dijo: -Sí, Sabia, quizá fue ordenado que nosotros los Quendi y vosotros, los Atani, antes de que el mundo envejeciera, nos encontráramos y compartíeramos noticias, y así nosotros aprenderíamos la Esperanza de vosotros. Fue ordenado, en verdad, que vos y yo, Andreth, nos sentáramos aquí y hablásemos juntos, a través del abismo que separa a nuestras estirpes, de forma que aunque la Sombra crece en Norte nosotros no estemos completamente asustados.
- ¡A través del abismo que divide nuestras estirpes! -dijo Andreth. -¿No hay más puente que las meras palabras? -y de nuevo sollozó.
-Puede que lo haya. Para algunos. No lo sé -dijo. -El abismo es quizá entre nuestros destinos, más bien, puesto que por lo demás somos parientes cercanos, más cercanos que cualquier otra criatura en el mundo. Pero es peligroso cruzar un abismo impuesto por el destino, y si alguien lo hiciera, no encontraría felicidad al otro lado, sino pesares. Eso me temo. Mas ¿porqué decís "meras palabras"? ¿No cruzan acaso las palabras los abismos entre una vida y otra? Entre vos y yo sin duda ha pasado algo más que sonido vacío. ¿No nos hemos acercado? Pero esto es, creo, de poco consuelo para vos.
-¡No he pedido consuelo! -dijo Andreth. -¿Para qué lo necesito?
-Por el destino de los Hombres, que os ha tocado como mujer -dijo Finrod. -¿Creéis acaso que no lo sé? ¿No es él mi querido hermano, al que amo? Aegnor: Aikanár, Llama Afilada, rápido y dispuesto. No están lejos los años en los que os escontrasteis por primer vez, y vuestras manos se tocaron en esta oscuridad. Entonces vos erais una doncella, valiente y decidida, en la mañana sobre las altas colinas de Dorthonion.
-¡Decidlo! -dijo Andreth. -Decid: qué sois ahora sino una sabia solitaria, y la edad que a él no lo tocará ha pintado ya el gris del invierno en vuestros cabellos. ¡Pero esto no me lo digais vos, porque ya lo hizo él una vez!
-¡Ay! -dijo Finrod. -Esa es la amargura, amada adaneth, mujer de los Hombres, ¿no?, presente en todas vuestras palabras. Si pudiera daros algún consuelo, lo veríais como un gesto condescendiente desde mi lado del destino que nos separa. Pero ¿qué puedo decir, excepto recordaros la Esperanza que vos misma habéis revelado?
- No dije que fuera jamás mi esperanza -respondió Andreth. -Y aunque lo fuera, aun así gritaría: ¿por qué este dolor, aquí y ahora? ¿Por qué hemos de amaros y por qué habéis de amarnos (si lo hacéis) y aun así mantener el abismo entre nosotros?
- Porque así se nos hizo, parientes cercanos -dijo Finrod. -Pero no nos hicimos a nosotros mismos y por lo tanto, nosotros, los Eldar, no pusimos ahí el abismo. No, adaneth, no somos señoriales en esto, sino dignos de lástima. Esa palabra os disgustará. Pero la lástima es de dos tipos: una es de similitud reconocida, y está cercana al amor. La otra es la percepción de una fortuna distinta, y está cercana al orgullo. Yo hablo de la primera.
- ¡No me habléis de ninguna! -dijo Andreth. -Ninguna deseo. Era joven y miré en su llama, y ahora soy vieja y estoy perdida. Él era joven y su llama se extendía hacia mí, pero se dio la vuelta y se alejó, y es joven todavía. ¿Tienen piedad las velas de los topos?
- O los topos de las velas, cuando sopla el viento y las apaga -dijo Finrod. -Adaneth, yo os digo que Aikanár la Llama Afilada os amaba. Por amor a vos nunca tomará la mano de ninguna novia de su propia raza, sino que vivirá solo hasta el final, recordando la mañana en las colinas de Dorthonion. ¡Pero demasiado pronto su llama se irá en el viento del Norte! Visión se ha dado a los Eldar sobre muchas cosas que no están lejos, aunque pocas felices, y os digo que vos viviréis largo tiempo de acuerdo a vuestra raza, y él se irá antes que vos y no deseará volver. Entonces Andreth se levantó y estiró sus manos hacia el fuego.
-¿Entonces por qué se fue? ¿Por qué me abandonó, cuando aún me quedaban unos pocos años buenos?
-Ay -dijo Finrod. -Temo que la verdad no os satisfará. Los Eldar tienen una estirpe y vosotros otra y cada uno juzga a los demás según él mismo... hasta que aprenden, como hacen unos pocos. Éste es tiempo de guerra, Andreth, y en estos días los Eldar no se casan ni engendran niños, sino que se preparan para la muerte... o la huida. Aegnor no confía (ni yo tampoco) en que este asedio a Angband dure mucho. Y entonces, ¿qué será de esta tierra? Si su corazón mandara, habría deseado tomaros y huir lejos, al este o al sur, abandonando a su gente y a la vuestra. El amor y la lealtad le contuvieron. ¿Qué decís de las vuestras? Vos misma habéis dicho que no se puede escapar huyendo dentro de los límites del mundo.
-Por un año, un día de la llama, lo habría dado todo: pueblo, juventud y la esperanza misma: adaneth soy -dijo Andreth.
-Él lo sabía-dijo Finrod. -Y se retiró y no aferró lo que estaba a su alcance: elda es. Pues tales tratos se pagan con una angustia que no se puede adivinar, y de ignoracia, más que de coraje, juzgan los Eldar que están hechos. No, adaneth, si algún matrimonio ha de haber entre nuestra estirpe y la vuestra, entonces ha de ser por algún alto propósito del Destino. Breve será y duro al final. Sí, el hado menos cruel que le podría acontecer es que la muerte pronto lo finalizara.
-Pero el final siempre es cruel... para los Hombres -dijo Andreth. -Yo no le habría molestado, cuando acabara mi corta juventud. No habría cojeado como una bruja tras sus pies brillantes, cuando ya no fuera capaz de correr junto a él.
-Quizá no -dijo Finrod. -Así lo crees ahora. ¿Pero has pensado en él? Él no habría corrido delante de vos. Habría permanecido a vuestro lado para sosteneros. Entonces, cada hora, habríais experimentado pena, una pena sin escapatoria. Él no soportaría veros tan dolida. Andreth adaneth, la vida y el amor de los Eldar reside en gran medida en la memoria, y nosotros, si no vosotros, preferimos tener recuerdos hermosos aunque incompletos que recuerdos con un final desgraciado. Ahora él siempre os recordará bajo el sol de la mañana, y aquel último crepúsculo, junto a las aguas de Aeluin en las que vio vuestro rostro reflejado con una estrella atrapada en vuestro cabello... siempre, hasta que el viento del Norte traiga la noche a su llama. Sí, y después, lo recordará sentado en la Casa de Mandos en los Salones de Espera hasta el final de Arda.
- ¿Y yo qué recordaré? -dijo ella. -¿Y cuando me vaya a qué salas llegaré? ¿A una oscuridad en las que incluso la memoria de la llama aguda se apagará? Incluso el recuerdo del rechazo. Eso al menos.
Finrod suspiró y se levantó.
-Los Eldar no tienen palabras para curar esos pensamientos, adaneth -dijo. -¿Pero desearías que Hombres y Elfos nunca se hubieran conocido? ¿Es que la luz de la llama, que de otra forma no habríais conocido, no tiene valor, incluso ahora? ¿Crees haber sido ofendida? Desecha al menos ese pensamiento, que proviene de la Oscuridad, y así nuestra conversación no habrá sido totalmente en vano. ¡Adios!
La oscuridad caía en la habitación. Él tomo su mano a la luz del fuego.
- ¿Dónde vas? -dijo ella.
- Lejos al Norte -dijo él. -A las espadas y al asedio y a los muros de defensa; que al menos por un tiempo en Beleriand los ríos fluyan claros, broten las hojas y los pájaros construyan sus nidos, antes de que llegue la Noche.
- ¿Estará él allí, alto y resplandeciente, y el viento en su cabello? Háblale. Dile que no sea imprudente. ¡Que no busque el peligro sin necesidad!
- Se lo diré -dijo Finrod. -Pero lo mismo podría deciros a vos que no sollocéis. Es un guerrero, Andreth, y un espíritu de ira. En cada golpe que asesta ve al Enemigo que hace mucho os hizo este daño. Pero no estáis hechos para Arda. Donde vayas, puedes encontrar luz. Espéranos allí: a mi hermano y a mí. "

[ATHRABETH FINROD AH ANDRETH, extracto del Anillo de Morgoth]

8 de marzo de 2005

Las Cinco del Viernes

Si, lo sé, prometí escribir sobre Luthien Tinuviel. Pero estoy corrigiendo los exámenes de mis alumnos y no tengo tiempo. La semana que viene :-)

Describe la imagen o recuerdo que se te viene a la cabeza con las siguientes palabras:
1. Arena

Las arenas blancas de las playas de Valinor, no son para nada como las de Tierra Media. Uno de mis primeros recuerdos es pisar la arena fina, de color madreperla, con mis pies descalzos... a la luz de los Árboles...

2. Noche

Cuentan que en la Edad de las Estrellas, cuando nos despertamos, antes de los Árboles, la noche siempre se iluminaba con un brillante tono plateado. Viví una noche eterna cruzando el Helkaraxë, malos recuerdos que quiero olvidar. Pero siempre quedarán las Estrellas...

3. Manjar

Había un sitio llamado Menegroth, donde las cavernas centelleaban y las estrellas refulgían en sus techos... allí comí hace muchas eras el manjar más suculento que he probado.... pena que haya desaparecido.

4. Mal sueño

Sueño con que Maglor aparece portando un Silmarill en su frente. Sueño que Feanor grita tan alto desde las estancias de Mandos que se le escucha incluso en Nueva Númenor. Sueño que Morgoth es devuelto a nuestro mundo... ... ... ... No, imposible todo eso, pienso cuando despierto.

5. Piel

Acaricio una piel tersa y sedosa, brillante en su inocencia, dulce como la miel, cálida como la Sol... así es acariciar a Silmaril. Cabellos de oro, ojos de zafiro, piel de alabastro, sonrisa de marfil. Así es Silmaril.... la niñita de Brannwen.