26 de abril de 2005
De Lúthien Tinúviel
Lúthien Tinuviel
Como prometí, hace unas semanas (si es que no se puede asistir a fiestas hobbiticas...) este es mi pequeño homenaje a Lúthien Tinúviel, nuestra Estrella de la Mañana, la más hermosa entre los eldar.
Y así dice el Lay Leithian, tal y como se cuenta en el Libro Rojo de la Frontera del Oeste:
"Las hojas eran largas, la hierba era verde, las umbelas de los abetos altas y hermosas y en el claro se vio una luz de estrellas en la sombra centelleante. Tinúviel bailaba allí, a la música de una flauta invisible, con una luz de estrellas en los cabellos y en las vestiduras brillantes. Allí llegó Beren desde los montes fríos y anduvo extraviado entre las hojas y donde rodaba el Río de los Elfos, iba afligido a solas. Espió entre las hojas del abeto y vio maravillado unas flores de oro sobre el manto y las mangas de la joven, y el cabello la seguía como una sombra. El encantamiento le reanimó los pies condenados a errar por las colinas y se precipitó, vigoroso y rápido, a alcanzar los rayos de la luna. Entre los bosques del país de los ellos ella huyó levemente con pies que bailaban y lo dejó a solas errando todavía escuchando en la floresta callada. Allí escuchó a menudo el sonido volante de los pies tan ligeros como hojas de tilo o la música que fluye bajo tierra y gorjea en huecos ocultos. Ahora yacen marchitas las hojas del abeto y una por una suspirando caen las hojas de las hayas oscilando en el bosque de invierno. La siguió siempre, caminando muy lejos; las hojas de los años eran una alfombra espesa, a la luz de la luna y a los rayos de las estrellas que temblaban en los cielos helados. El manto de la joven brillaba a la luz de la luna mientras allá muy lejos en la cima ella bailaba, llevando alrededor de los pies una bruma de plata estremecida. Cuando el invierno hubo pasado, ella volvió, y como una alondra que sube y una lluvia que cae y un agua que se funde en burbujas su canto liberó la repentina primavera. El vio brotar las flores de los elfos a los pies de la joven, y curado otra vez esperó que ella bailara y cantara sobre los prados de hierbas. De nuevo ella huyó, pero él vino rápidamente, ¡Tinúviel! ¡Tinúviel! La llamó por su nombre élfico y ella se detuvo entonces, escuchando. Se quedó allí un instante y la voz de él fue como un encantamiento, y el destino cayó sobre Tinúviel y centelleando se abandonó a sus brazos. Mientras Beren la miraba a los ojos entre las sombras de los cabellos vio brillar allí en un espejo la luz temblorosa de las estrellas. Tinúviel la belleza élfica, doncella inmortal de sabiduría élfica lo envolvió con una sombría cabellera y brazos de plata resplandeciente. Larga fue la ruta que les trazó el destino sobre montañas pedregosas, grises y frías, por habitaciones de hierro y puertas de sombra y florestas nocturnas sin mañana. Los mares que separan se extendieron entre ellos y sin embargo al fin de nuevo se encontraron y en el bosque cantando sin tristeza desaparecieron hace ya muchos años."
Si, nuestra Estrella de la Mañana se enamoró de un Atan, Beren, hijo de Barahir, hijo de Bregor, hijo de Beör. O tal vez fue al revés... quien sabe. Ya se cuenta que su padre, Elu Thingol vio a Melian y se quedo por largos años prendado de su belleza (la verdad, no me extraña, Melian era una maia al servicio de Lorien, seguro que la realidad es que pasó cerca y se quedó dormido durante el tiempo que Melian quiso, pero bueno, sigo con lo que cuenta la historia), el caso es que por eso Thingol no fue a Valinor de nuevo junto con su gente, ya que estos le buscaron todo el tiempo que estuvo perdido, y claro, finalmente le encontaron, pero Thingol no quería separarse de Melian. Y vivieron en Doriath, en Menegroth, las Mil Cavernas, y allí nació Luthien, a la que Beren llamó Tinúviel, ruiseñor, por su bella voz. Se cuenta que las niphredil se vieron por primera vez tras su nacimiento, como estrellas en el suelo del bosque de Doriath.
Se cuenta también como vio Beren por primera vez a Lúthien:
"[...]porque Lúthien era la más hermosa de todos los Hijos de Ilúvatar. Llevaba un vestido azul como el cielo sin nubes, pero sus ojos eran grises como la noche iluminada de estrellas; estaba el manto bordado con flores de oro, pero sus cabellos eran oscuros como las sombras del crepúsculo. Como la luz sobre las hojas de los árboles, como la voz de las aguas claras, como las estrellas sobre las nieblas del mundo, así eran la gloria y la belleza de Lúthien; y tenía en la cara una luz resplandeciente."
Pero Thingol se enteró del amor entre Beren y Lúthien. Y no podía soportar que su hija se uniera a un mortal, un Segundo Nacido, aún siendo de la estirpe a la cual pertenecía Beren. Así que le entregaría la mano de su hija si le entregaba uno de los Silmarils que tenía Morgoth en su Corona de Hierro. Craso error cometió Thingol, porque aunque encerró a su hija en lo alto de Hílirorn, en el centro del bosque de Neldoreth ella se escapó, porque sabía que su amado estaba encerrado en un foso profundo de la torre de Sauron, por entonces lugarteniente de Morgoth.
Y liberó a su amado tejiendo un encantamiento alrededor de Sauron, ayudada por Huan (el principal perro lobo que seguía a Celegorm, que había sido regalado por Oromë) y juntos fueron ante Morgoth, y así Beren consiguió el Silmaril. Pero... pero no por mucho tiempo. Ya que Carcharoth los persiguió en la huida, y mordió la mano de Beren, que sujetaba el silmaril, arrancandosela. Y el lobo se volvió loco de dolor, al sentir el silmaril en su estómago. Así consiguió Beren la mano de Luthien, ya que el silmaril se encontraba en su mano, aunque esta estuviera en el interior de Carcharoth. Pero el lobo, loco por el silmaril que quemaba su carne, se acercaba a Doriath, y se prepararon para la Caza del Lobo, y en esta cacería, aunque Carcharoth fue muerto y recuperado el silmaril, Beren fue malherido, y murió poco despues, en los brazos de su amada.
Una historia muy triste, si. Pero no termina. Lúthien solicitó a Mandos que no dejara partir el espiritu de Beren, para poder despedirse de el a las estancias de Mandos. Pero en vez de eso, se marchitó y su fëa abandono su Hröa, que quedó tendido sobre la hierba. Y el espíritu de Lúthien se presentó ante Mandos, y le suplicó que hiciera regresar a Beren, cantándole como sólo ella supo hacerlo antes y después. E Ilúvatar les permitió morar juntos, con vidas mortales ambos, ya que Lúthien no podía imaginar su vida sin Beren y no deseaba morar en Valinor sin su amado.
Y así perdimos a nuestra amada Estrella de la Mañana. Aunque sus descendientes aún caminan en este mundo, aunque sea en las hermosas colinas de Aman. Arwen (hija de Elrond, hijo de Elwing, hija de Dior, hijo de Beren y Luthien) se parecía mucho a ella, tanto que fue llamada Estrella de la Tarde (por ser la Tercera Edad la Edad del declive de los Elfos). Aragorn Elessar cuando la conoció la llamó Tinúviel. Pero eso es otra historia que contaré en otra ocasión.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Perdona por meterme en tu blog y contestar a un post antiguo, pero es que la historia de Luthian y Beren lo merece :-) . Solo decir que me parece preciosa , de las mas bonitas que ha escrito Tolkien.. No sabia que Aragorn tambien la llamo a Arwen "Tinuviel". Es curioso. Una historia realmente hermosa !
Un saludo.
Estoy llorando de lo bonito que es este pasaje del Silmarillion, creo que por mucho que se nos critique a los fans de Tolkien, esto es caviar para los sentidos.
Publicar un comentario